martes, 9 de agosto de 2011

El cocuyo y la luciérnaga

                                                       María Olimpia de Obaldía  (Panameña)

Una humilde luciérnaga brillaba
sobre el tierno capullo de un rosal
y muy cerca, en las ramas de una acasia,
un cocuyo lanzaba su fanal.

Y dijo a la luciérnaga el cocuyo:
"Pálido brillo el tuyo,
sólo alumbras una flor;
y yo en tanto de este árbol el follaje
envuelto en el ropaje
de mi intenso fulgor".

Y, agitando su lámpara modesta
el efímero insecto contestó:
"No es la ambición mía
que mi destello iguale a tu esplendor;
más tu tampoco competir podrías
con el radiante sol.

Desechemos, amigo, el necio orgullo
y juntos bendigamos al Creador
porque un árbol recibe el brillo tuyo
y el mío la corola de una flor".


María Olimpia de Obaldía , poetisa panameña .
Nació en Dolega, provincia de Chiriquí (1891 - 1985).
Cursó sus primeros estudios en David,  donde obtuvo el diploma de maestra normal en 1913, y se dedicó a la enseñanza en su ciudad natal. Fue la primera mujer designada como miembro de la Academia Panameña de la Lengua, cargo que ejerció desde 1951 hasta su muerte.
Es la representante panameña de la pléyade de poetisas hispañoamericana del periodo post modernista.
Sus versos reflejan la visión femenina de la vida conyugal, la maternidad, el magisterio, la naturaleza y las
desigualdades sociales.
Sus obras más representativas son : "Orquídeas" (1926), " Breviario lírico" (1930), "Parnaso infantil" (1948),
"Visiones eternas" (1961) y "Selvática" (obra inédita).

1 comentario:

  1. LUCIERNAGA

    “Chispita en tu ser anida, ilumíname . . . la vida.”

    Luciérnaga, luz que vaga,
    en la noche que divaga,
    con luna, con las estrellas,
    te pareces a una de éllas.

    Rayito, bicho, cocuyo,
    de aquel bosque eres orgullo,
    candil que bordas el cielo,
    energía, límpido anhelo.

    Candileja, . . . resplandor,
    alas, cascabel, fulgor,
    fósforo que anda volando,
    rapidito don de mando.

    Lamparita que te prendes,
    fascinante, ¿me comprendes?,
    claridad tienes por manto,
    alúmbrame mientras tanto.

    Bombillita, que cintila,
    el destello que destila,
    brillo nocturno de amor,
    centella, chispa, esplendor.

    Iluminación primaria,
    semáforo, luminaria,
    velita que va, que viene
    que, en el viento, se entretiene.

    Relampaguito del mundo,
    solecito de un segundo,
    quiero prolongues tu foco,
    que me encantes, . . . poco a poco.

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    Guadalajara, Jalisco, México, a 30 de junio del 2016
    Dedicado a mi nieta, Marijose Rodríguez Ramos
    Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

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