sábado, 8 de agosto de 2020

Segismundo

 ¡Ay, mísero de mí! ¡Y, ay, infelice!

Apurar, cielos, pretendo

ya que me tratáis así,

qué delito cometí

contra vosotros naciendo;

aunque si nací, ya entiendo

qué delito he cometido.

Bastante causa ha tenido

vuestra justicia y rigor;

pues el delito mayor

del hombre es haber nacido.

Solo quisiera saber, 

para apurar mis desvelos

(dejando a una parte, cielos,

el delito de nacer), 

qué más os pude ofender,

para castigarme más.

¿No nacieron los demás?

Pues si los demás nacieron, 

¿qué privilegios tuvieron

que yo no gocé jamás?

                                                                          

                                                                              Pedro Calderon de la Barca,

                                                                                        "La vida es  sueño"

sábado, 1 de agosto de 2020

El romanticismo en la poesía panameña

Hace algunos años , ser "poeta" significaba tener una desventaja imperdonable, es decir, constituirse en una especie exótica en el ambiente de una sociedad atenta a las ocupaciones materiales que preocupada por los afanes de la cultura.
Se ha afirmado dentro y fuera del país, que nuestra literatura no tiene historia, pero la verdad es que la literatura panameña es joven en comparación con la de otros países.
Hacia 1849 empieza a conocerse nuestra primera generación poética que se constituyó en la primera generación literaria. Esta generación de poetas la integraban: Gil Colunge, Tomás Martín Feuillet, José María Alemán, Manuel José Pérez y Amelia Denis de Icaza.
Entre sus elementos formativos se encuentran las experiencias comunes extraordinarias de orden económico , político y social; que influyeron en la mentalidad y los gustos de ellos.
Estos poetas nacen entre 1830 -1836, fechas que señalan acontecimientos decisivos en su formación tales como: la fundación y funcionamiento del Colegio Provincial del Istmo, la inauguración de la primera escuela de los niños de la ciudad, la creación del Estado Libre del Istmo, así como la construcción del ferrocarril transísmico,entre otros.
En este ambiente es que crece la única mujer del grupo romántico, doña Amelia Denis de Icaza. Esta poetiza
nació en la capital , un 28 de noviembre de 1836. Año en que se abre la escuela elemental de niñas del Barrio de Santa Ana. Sin embargo su formación cultural la debió al hogar y a esfuerzos propios.
Los temas que la agobiaban eran: la injusticia y la hipocresía.Su poesía es de tema social, y en ella se advierte una expresión exacta y bella, llena de ingenuidad.
Ya para su senectud se observa en su obra razgos de melancolía por la patria, como se advierte en las estrofas de "Al Cerro Ancón", poema que la aprueba en nuestro parnaso.
He aquí una muestra de su poesía:
                                              "Dejad que pasen"
                                                                                Amelia Denis de Icaza
                                                                                    (1836   -     1910 )

El poeta lucha, sin luchar, que haría?
sin lucha y resistencia, no hay victoria
ni el corazón del bardo sangraría
para ceñir los lauros de su gloria.

Paso a la juventud, dejad que vuele
alzando alegre sus primeros trinos
si les quitáis las alas, cómo puede
sin esa fuerza abandonar el nido.

Dejadle sus ideales, sus ensueños.
larga es la lucha, ruda la batalla
tiene la inspiración muchos bohemios
que serán las lumbreras del mañana.

No olvidéis a Rubén al poeta niño
que al preludiar sus infantiles cantos
de zarzas le sembraron el camino
que atravesó con sus primeros pasos.

Dejab la juventud, sus gallas flores
necesitan la savia de la planta,
no le quitéis sus bellas ilusiones
dejadla con su fe, con su esperanza.

No lanzéis vuestro dardo envenenado
sobre la juventud que ama y espera
dejad que goce del festín humano
mientras la sombra de los años llega.

Yo me aparto dejándoles la senda,
por saludarlos al pasar me inclino,
y aquí en mi corazón tiene la ofrenda
de aliento, de entusiasmo y de cariño.

No penséis en la crítica del sabio
si hay luz y claridad en vuestra mente
yo también he tenido mi calvario
y el que puede luchar todo lo vence.

Heróica juventud, alzad la frente
el genio es luz irradiación divina
el que lleve esta luz será el más fuerte
para luchar en la sangrienta lidia.

No abandonéis cobardes al palenque
la gloria ofrece al vencedor el premio
dichosos los que llevan en la frente
la corona simbólica del genio.